Junio 24, 2007

Las tretas de Planktos en el comercio de carbono

Fertilización con hierro del océano a escala comercial Organismo científico internacional descalifica estrategia de geoingeniería

El viernes 22 de junio 2007 el comité científico del Convenio de Londres sobre prevención de la contaminación del mar por vertimientos de desechos y otras materias acordó, en su sesión plenaria al término de su reunión en España, emitir una “Declaración de preocupación” advirtiendo que la fertilización con hierro de superficies del océano —para captura de carbono a escala comercial— entraña riesgos ambientales y carece de evidencia científica de su efectividad.  La declaración de preocupación obedece  a la noticia de que Planktos, una empresa con oficinas en San Francisco, Budapest y Vancouver está a punto de verter 100 toneladas de nanopartículas de hierro en un área de 10 mil kilómetros cuadrados del Océano Pacífico, en las cercanías de las Islas Galápagos. El objetivo de la compañía es vender bonos de carbono asumiendo sin respaldo científico que el hierro puede estimular el florecimiento del fitoplancton que a su vez podría capturar dióxido de carbono de manera permanente. “Este es un llamado de emergencia al Convenio de Londres de la Organización Marítima Internacional en pleno para que tomen cartas en el delicado asunto de someter al océano a las estrategias de geoingeniería, ahora que los gobiernos que lo integran se reúnan en Londres del 5 al 9 de noviembre de este año”, demandó Jim Thomas del Grupo ETC.


“Al hacer pública su preocupación, los gobiernos que participan en el Convenio de Londres lanzan una clara advertencia a las empresas de que el vertimiento de hierro en el océano a escala comercial puede ser sancionado nacional e internacionalmente. La Agencia de Protección al Ambiente de Estados Unidos ya advirtió a la empresa que el vertimiento de hierro a escala comercial desde un barco con bandera de Estados Unidos puede ser una violación a la legislación ambiental de ese país. En respuesta, la compañía dijo a las autoridades estadounidenses que utilizará otra bandera u otro barco. Aunque la empresa dijo que quiere verter 100 toneladas de partículas de hierro en un área del océano cerca de las Islas Galápagos este mes, no hay mucha información sobre el paradero de su barco, el Weatherbird II y el Grupo ETC piensa que aún se encuentra anclado en Fort Lauredale, Florida.
 
Autoridades ecuatorianas responsables de las Islas Galápagos dijeron a Planktos que los vertimientos que proponen amenazan la ecología de un sitio que es herencia de la humanidad. Silvia ribeiro del Grupo ETC en México señala además que “el vertimiento que quiere hacer Planktos es solo el primero de un número de iniciativas de geoingeniería que las compañías están comercializando con la etiqueta de “soluciones verdes” ante el calentamiento global. Planktos deja en evidencia el enorme vacío que hay en la legislación global que puede dejar a las corporaciones jugar a Dios con el planeta mismo.”  “Tenemos la tentación de pensar en la compañía como una gran farsa —dice Pat Mooney, director del Grupo ETC desde Canadá— “pero tienen el buque, el hierro y la arrogancia para hacer todo este escándalo.”
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