Terminator y Traitor

la modificación genética de las plantas para producir semillas estériles (tecnología apodada “Terminator” por RAFI –ahora Grupo ETC- en 1998) ha sido rechazada ampliamente por la sociedad civil, organismos científicos y muchos gobiernos por considerarla una aplicación inmoral de la biotecnología. Si se comercializara, Terminator impediría que los agricultores usaran las semillas obtenidas de su cosecha, obligándolos a comprar de las multinacionales las semillas necesarias para el ciclo. La tecnología “Traitor” se refiere al uso de un inductor químico para “activar” o “desactivar” alguno de los rasgos genéticos del cultivo –el mismo mecanismo que se usa para controlar la esterilidad de semillas en los cultivos Terminator. El desarrollo de plantas químicamente dependientes y de la esterilización genética de semillas amenaza a los agricultores, a la seguridad alimentaria y al ambiente. El Grupo ETC hace campañas junto con otras organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo para prohibir las tecnologías Terminator y Traitor.